Así estamos, por que andamos cumpliendo un año de entregarles semanalmente esta aventura.

Algo que me han preguntado bastante desde que comenzamos a hacer el webcomic es: «¿Y tu no vas a salir?». La respuesta es «Si, claro» pero siendo fieles a los hechos tal cual como sucedieron en la realidad verdadera, durante esta aventura en curso, su servidor y aqui escribiente, no estuvo presente.

Mientras La Ronda partía el pan por primera vez con los habitantes de Cannondale, yo todavía era un palurdo nay-sayer que no quería jugar rol. Faltaría un rato todavía para aquel viaje a las montañas en el cual tiraría dados por primera vez (y del cual ya les hemos platicado; si no lo recuerdan, remitánse a las primeras entregas de este cómic) y marcaría el comienzo de mi mala influencia en este variopinto grupo de aventureros. Y seá hasta que lleguemos a ese punto en la hisotria, cuando vean mi rostro asomarse en las viñetas de Potionless.

Mientras tanto, pueden verla en La Maldita Primavera, aka Revolver With a Vengance, aka Si Señor, seguimos publicando.

¿Y qué significa que llevemos un año haciendo esta madre? Para empezar, que ya comprobamos que no fue un exabrupto caprichoso findesemanero. Ya aguantamos. Y aunque no tenemos aun la periodicidad desea (o ideal) ya tenemos un pipeline bien establecido que asegura la continuidad. También significa que tenemos que voltear a otros horizontes: eventos, merca, presentaciones y sobre todo, expansión de la Sociedad de Van Richten.

Así es, si quieres tener tu propia mesa de La Ronda (con todo y chalecos y parches y oprobio social) pronto (muy) podrás contar con toda la documentación y parafernalia para hacerlo.

Así que sigan leyéndonos (y apoyándonos, ahí esta el patrono, no se hagan cochis) y no dejen que los intimide lo que hay mas allá de las brumas.

Hasta mas ver.