Emulando a Oswaldo, lease con esto de fondo si gustan, dado que yo soy tal. También, si Green Ranger no es suficiente, pueden checarse este playlist.

Si nos ha tocado ir a un concierto en el primer mes del 2019, auguro que #somoslaronda seguirá asistiendo a más eventos durante el resto, lo cual es bastante grato. El pasado 18 de Enero tuvimos la oportunidad de ver a Primus, quien pisaba tierra de tequila y mariachi por primera ocasión en su trayectoria. A continuación, una crónica desde mi perspectiva.

Quisiera comenzar con el previo, el cual comprende un par de anécdotas. Originalmente, solo se había listado una fecha, en el auditorio Blackberry, en CDMX. Estábamos decididos a asistir, aun y cuando le íbamos a partir la madre a nuestras carteras dado que teníamos otros viajes en puerta y ya andábamos algo gastados. Pero, a los pocos días Oswaldo nos comentó que había visto que se abrió una fecha para el teatro Diana, el 18 de Enero. Sin dudar, cazamos al proveedor y nos hicimos de boletos. Esto se dio a casi un mes de la fecha en cuestión. La adquisición fue por ticketmaster, de donde tenía un rato no usaba su servicio. Resulta que había pedido servicio para impresión de Will Call, en el cual no puedes pasar por los boletos sino hasta 24 horas después de la compra, y (esto lo dicen en mayúsculas y negritas) HASTA 2 DÍAS ANTES DEL EVENTO, DE LO CONTRARIO SERÁN CANCELADOS. Obviamente, jamas fui a imprimirlos, y hasta el jueves anterior al evento, cuando me preguntaron a qué hora era, vi esta información. Sobra decir que tuve un infarto menor y experimente sueño interrumpido esa noche. Ingrese a mi cuenta de ticketmaster y vi que los boletos no estaban cancelados aun, asi que localice mi centro ticketmaster autorizado (algo mucho más complicado de lo que ellos mencionan en su correo tambien) y fui a imprimirlos, sin mayor problema, lo cual fue reconfortante.

Se llego el dia y la hora, una vez reunidos en nuestro lugar habitual, tomamos la decisión de caminar a la sede, 2 KMs, lo cual no es horrible, pero ya entrado en bebidas, con el frío, y como previo a la actividad, no era óptimo. Los lugares que escogí estaban estratégicamente a un lado de la puerta de acceso y en la orilla de la fila. Dado que es un teatro, creí que esto nos daría ventaja para ir por bebidas o al baño, mas no contaba con un foro al parecer, lleno. Había filas para todo, todo el tiempo, y las asimilaciones a la actual realidad de la crisis de combustible no se hacían esperar. Se podía apreciar el show sin problemas, relativamente. En mi reseña sobre King Gizzard and the Lizard Wizard, utilize la alegoría de que Stu McKenzie era un warlock. Si ese es el caso, Les Claypool es un mago, de la altura de Mordenkainen o Elminster; utilizando como componente verbal de un hechizo de alrededor de 100 minutos, el queso. Navegando los mares de queso fue el hilo conductor de la narrativa auditiva, con 6 cortes desprendidos de ese memorable disco, abriendo con Those damned blue-collar tweekers, la cual mi pareja me decía que le recordaba al tema principal de Tiburón. Agregado al arranque, hubo unos visuales con mi viejo amigo dedos de ensalada, una fineza en niveles que no puedo explicar. El sargento Baker hizo acto de presencia, en una amalgama bizarra la cual involucraba demasiados cachorritos. Junto al sargento, presenciamos al último de los hombres salmón, quien nos recomendó que si íbamos a cenar, probaramos el cerebro dorado en aceite. La banda tomó un descanso y al regresar, en un acto que hubiera hecho que mi cuate el Tonee se cagara, creo, Les saco su violonchelo eléctrico y nos platico la triste historia de Jilly y su adicción a la heroína, la cual desde que la escuche hace 8 años, me recordaba a Double Dragon II. Los ríos de queso nos llevaron al lugar favorito de Quentin Tarantino y escuchamos Spaghetti Western, los Siete hicieron su aparición para finalizar el primer medio en el mero dia de la marmota. Popeye nos amenizo el intermedio. Para la segunda parte del viaje, Les, Ler y Tim nos trataron de vender el modelo de vida americano a lo cual ellos mismos respondieron: “Ahí vienen los bastardos, junto con la tormenta”. En una declaración que ignoraba por completo, resultó que David Lee Roth tiene un gran castor café, lo cual sonaba a parte de un esquema más complejo. Por extraño que parezca, nos dieron la bienvenida a este mundo casi al final, justo antes de presentarse por su nombre propio, Mud.

Mi historia con Primus ha sido por accidente, en realidad. En la secundaria, como muchos, era un rabioso fan de Metallica. De hecho fueron el tema de un trabajo de investigación para una materia de la escuela. Durante ese proceso, supe que Les Claypool había audicionado para reemplazar al difunto Cliff Burton. Quién era este personaje? Fui a Napster, y baje Suck On This. Cuando escuche Tommy the cat, perdí la mente. Cómo es que este cabrón puede tocar así y aparte cantar? Cómo es que esta banda presenta a un bajista como su arma secreta? Así que me hice del resto de la discografía y lo demás es historia. Del mismo modo, como dato cultural, asi conoci tambien a Flostam & Jestsam, de donde salió Jason Newstead, junto con Troy Gregory, de Prong. Justo antes de Welcome to this world, Jerry asomo su cabeza. El hoy clásico riff de Jerry was a racecar driver sono y dije, ahi viene, pero no fue el caso. Al final, y para cerrar el set formal, el conductor más mediocre y veloz de todos los tiempos hizo por fin su aparición, pero, no se si solo fui yo, sentí que no sonó con la potencia que anticipaba. La tocaron rápido, sin improvisaciones, y en las partes pesadas, creo que faltaron huevos. Es que acaso odian tocar esta pieza en vivo ya, y solo la tocan como crowd pleaser? Por último, en el encore, sonó el paquidermo sureño. Me quede esperando Into the electric grapevine, pero hasta ahí dio. Tomás el gato jamás fue parte del plan, pero no importa. Antes de cerrar, comente respecto a los visuales del arranque, pero vaya que traen buenos visuales estos vatos, de nuevo, me arrepiento de no haberme drogado.

Estoy muy satisfecho con el show, no podría haber pedido más porque no sería justo. Lo que si puedo pedir, es que trajeran más mercancía, más variada, dado que al final ya no quedaba nada de nada. Eso, y que la gente que estaba frente a nosotros estaba de pie, lo cual creo que es toda una discusión separada al tema de esta entrada.

DOG

WILL

HUNT

GO!