No se pueden ganar todas
Tratando de mantenerme consistente con lo que cante a principio del año, he hecho un esfuerzo constante de motivar al equipo a acudir a eventos de música en vivo.
Hace unas semanas me enteré por uno de mis jugadores de mi mesa de twitteros (así es internet, ahora soy DM en 2 mesas) que Loma Prieta se daría una vuelta por el centro de la ciudad, acompañados por ni más ni menos que joliette. Había mirado a los poblanos (de Puebla, pues) hace ya varios años, cuando visitaron TequiLALAlandia junto con los Dolores de Huevos y El Rey ha Muerto. El precio del show era bastante accesible, por lo cual insistí en que asistiéramos.Caía en viernes, lo cual siempre es una ventaja para poder abusar sin consecuencias, a lo cual sugerí que ingiriéramos de manera colectiva psilocibina. Algunos ya conocíamos de que iba la experiencia, pero otros no, lo cual tornaba el ejercicio aún más interesante.
Mientras tanto, totalmente ajeno al concierto, resulta que uno de los tatuadores que laboran en donde nosotros jugamos (si internet, jugamos en un estudio de tatuajes) con quien en realidad hicimos buena amistad iba a dejar el país, por lo cual, en un acto simbólico de buena fe, le pedimos nos tatuara a algunos de nosotros. Para cuando caímos en cuenta del conflicto de que habíamos agendado doble ese día, las cosas se complicaron un poco. Por mi parte, no pude llegar a la hora que me correspondía arrancar mi sesión de tatuaje, lo cual atrasó todo. Para no hacer el cuento más largo, terminamos solo 2 de 3 piezas pactadas y salimos tarde hacia el rock.
Los horarios en escenario fueron publicados y sabía que joliette saldría alrededor de las 11 PM más o menos y Oswaldo siendo el amor que es, mientras recibía su dotación de tinta, me dijo: váyanse, allá los alcanzamos, a lo cual nuestro amigo tatuador complemento diciendo: yo los llevo barrio, no se apuren, si la armamos. Les tome la palabra, agarre a los demás y nos dirigimos hacia Casa Liceo. Nótese, que a esta altura no he mencionado si consumimos la psilocibina como acordamos, cosa que terminamos todos por rajarnos de hacer, dadas las circunstancias actuales y futuras (te odio, adultez).
El trayecto es corto de donde estábamos, por ende pudimos salir tarde pero no perdernos gran cosa. Contrario a mi expectativa, el lugar estaba abarrotado. Concedido, Casa Liceo no es grande, mucho menos el area de rock en vivo, pero aun así estaba cabrón ir a donde fuera, llámese mercancía, baño o por un trago. Hicimos una línea directa a la barra, nos hicimos de chelas y nos agazapamos a mero atras donde pudimos/cupimos. Chamuco no tuvo visibilidad al escenario durante un rato. Para esto, Joliette estaba arrancando apenas.
Honestamente, no supe a qué hora llegamos, pero si estimaría que se quebraron al menos 40 minutos de estridencia. Me calmo que los amigos no estaban agüitados con el escándalo. Yo se que el post-hardcore no es fácilmente masticable, y aprecio de verdad que me sigan la corriente, salgan de su zona de confort auditivo y le den la oportunidad a nuevos sonidos. Tenía expectativas altas respecto a Loma Prieta. Yo se que no son el plan de escape de dillinger o alexisenfuego, pero tienen buenas rolas y discos. Su disco, Self Portrait, de hace 4 años no menos, aun y cuando es corto, respeta la fórmula de rock abrasivo que los puso en el mapa en el 2012. El público se miraba disperso, casi como si joliette hubiera sido el verdadero plato fuerte y ellos solo iban a limpiar el desmadre que sus contrapartes mexicanas les habían dejado.
De repente, la pista de baile se tornó violenta y se volvió a armar el slam. Y digo volvio porque joliette comando buena parte de la campal anterior. En eso, parece que un par de chicas se vieron mezcladas en el huracán de testosterona, sudor y empujones para que una de ellas saliera con lagrimas en los ojos y reclamandole a un vato que se miraba claramente confundido. Esto sucedió como a los 20-25 (tal vez menos) de iniciado el set de los gringos, no sabemos si esto fue un factor, pero de repente, Sean soltó el seguro de su Gibson Les Paul y la dejó caer sin mayor remordimiento en el escenario, sin molestarse en apagar su equipo procedió a abandonar el estrado. El resto de su banda lo siguió. Creímos que era un intermedio y que regresarian. Y lo hicieron, solo para apagar el equipo y comenzar a recoger. TODOS en el recinto nos miramos incrédulos. Es triste que se den este tipo de situaciones y que exista poco profesionalismo en lo que yo diría ya es una banda con trayectoria.
Lo siento como una falta de respeto a la gente que pagó su boleto y compro merca, a los promotores y al foro. Estoy seguro de que no existió un contrato en esta instancia, porque de otro modo, estarían obligados a tocar un número determinado de cortes y/o tiempo, aunque lo suyo sea el drama. Al final, creo que esquivamos una bala no consumiendo las drogas y nos escapamos de una noche que pudo haber sido peor. Aunque, mi tatuaje del gran diablo verde esta bien chingón. No todo estuvo mal, después de todo.
PD – Siempre estarás en nuestros corazones rotos, hasta pronto hombre Makina …
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